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Los Dictadores en la Biblia
La palabra de Dios es una fuente que nunca deja de fluir agua clara y cristalina. Es un manantial de sabiduría profunda que nos permite comprender la actitud de los seres humanos. En ella se encierra la llave del verdadero conocimiento. No hay una fuente más extraordinaria de conocimientos que las Sagradas Escrituras. Ella tiene una respuesta para cada interrogante, en ella se encuentra la verdad profunda de la esencia misma de la conducta del hombre.
Las Sagradas Escrituras nos permiten, no solamente tener una visión profunda de la ordenación de todo lo creado, sino que nos permiten un visión amplia de la conducta moral de la humanidad. Nada hay nuevo fuera de las Sagradas Escrituras, aun la ciencia tienen su fundamento en esta obra maravillosa, los seres humanos se atribuyen conocimientos que hace cientos de años fueron dados en estas páginas sagradas.
A través de las páginas de la Biblia podemos descubrir nuestro propósito en esta vida, podemos encontrar el camino de retorno a la presencia de Dios, nos muestra la revelación de Cristo, nuestro Redentor y Salvador. No hay libro más importante para la humanidad, aunque los seres humanos no lo quieran reconocer.
Cuando estudiamos la Biblia con esmero, bajo la inspiración del Espíritu Santo cada cosa está tan clara que uno siente "ríos de agua viva correr por nuestro interior".
No hay mayor conocimiento que el que podemos encontrar este este maravilloso testamento de Dios.
A trvés de la Biblia encontramos respuesta de la razón de ser de un dictador, de un ser humano que se llena de soberbia y utiliza el poder para hacer mal a sus enemigos, para perseguir a sus adversarios, para oponerse a la obra de Dios, para perseguir y matar a los mensajeros de paz.
A través de la Biblia podemos estudiar el perfil de un dictador, todos tiene el mismo espíritu que los inspira, los mismos estilos de gobernar, los mismos estilos de definir sus vidas, inclusive tienen los mismos gustos, manías, procedimientos, todos tienen el mismo final, el olvido y la maldición de los pueblos después que pierden el poder. Nadie se acuerda de sus hechos buenos, sino de sus actos de barbarie.
Pero, no solamente podemos ver dictadores en el campo de la política, los dictadores más poderosos de la historia de la humanidad han estado en el campo religioso. De hecho el último imperio que se levantará en la tierra es una combinación de estos dos poderes que son los que gobiernan el planeta. El poder político se unirá al poder religioso para establecer las más terrible de las dictaduras en toda la historia de la humanidad. Esta dictadura será inspirada por el mismo espíritu que inspiró a la primera que se intentó establecer en el tercer cielo antes de la creación del hombre y del universo.
Desde ese momento todas las dictaduras han estado dirigida por un "dictador invisible" que utiliza a los seres humanos para apartarnos del camino del bien y sumergirnos en el camino de la maldad.
No hay dictaduras buenas, tampoco dictadores buenos. La dictadura supone la negación del derecho de la libertad que es un don sagrado, un don natural dado al hombre por Dios. Todos los hombres y todas las naciones del mundo tienen el derecho a la libertad. Uno puede tener a un pajarito encerrado y lo alimenta con el mejor de los alimentos, pero siempre su cántico será triste, pues es mejor estar libre que enjaulado en jaula de oro y con comida especial.
Los dictadores oprimen, ordenan asesinatos, se escudan detrás del poder que le confiere un ejército para perpetuarse en el poder, son alimentados por los aplausos de las masas ignorantes. Hay dictaduras en todas las formas, unas vestidas de democracia y unas desnudas descaramente. Pero todas son iguales, denigran al ser humano, denigran a las naciones que la imponen. No hay dictaduras de los pobres, ni de trabajadores, hay dictaduras de los ricos para los ricos, pues el grupito que gobierna viven como reyes.
La Biblia nos habla de muchos soberanos, reyes que gobernaron con crueldad, gobernantes impíos que se creyeron ser dios como los hay hoy en día. Eso no ha cambiado, tienen el mismo estilo, montan los mismos caballos blancos,les gustan los uniformes multicolores con distintivos, medallas, franjas, caminar sobre alfombras rojas saludando a sus soldados, les gustan ver estatuas de ellos por todas partes, saludan de la misma manera y hasta tienen el mismo estilo de hablar, haciendo que la mentira parezca verdad y la verdad parezca mentira, hablando de justicia cuando actúan injustamente, usando la religión como excusa para oprimir a los pobres y sembrar el terrorismo por todas partes, hablan de llevar la democracia actuando como verdaderos terroristas, hablan de Dios mientras apoyan a los que promueven las guerras y los actos de barbarie que se cometen en este planeta, dicen que defienden al pueblo, al territorio nacional, a los jornaleros pero le niegan un salario digno y justo, le roban el sudor de la frente a los trabajadores, dicen que defienden la vida y aprueban leyes a favor del aborto y la pena de muerte, degollan a los inocentes en nombre de dios o los fusilan delante del pueblo como si eso fuera un acto digno de admiración, caminan como pavos reales como caminaba Satanás erguido en el monte de Dios.
Esa es la historia y toda está recogida en las maravillosas páginas del libro de los libros: Las Sagradas Escrituras que Dios nos ha dado para poder comprender la historia de la humanidad.
A veces me sorprendo que los satánicos o adoradores de Satanás no tienen la mínima idea de la personalidad de su jefe derrotado.
Es preciso ver las imágenes, como la anterior, que tienen de su infeliz jefe que sólo le queda el aleteo de la gallina cuando le rompen el cuello.
Satanás, ni tiene rabo, ni cuernos, ni los ojos brotados como dos bolas de fuego. Tampoco tiene un rostro desfigurado como a menudo aparece en sus ilustraciones. Satanás es un Querubín, una criatura espiritual que tiene la capacidad para asumir cualquier forma, humana o animal, como lo hizo en el huerto. Esto le permite sus patrañas, sus apariciones. Lo mismo se presenta con un dulce ángel, como un viejito buena gente, como un perro, serpiente, como una hermosa dama, en fin tiene méltiples rostros. Puede estar sentado en un centro espiristista, en un culto satánico, en una reunión de santeros, en un púlpito predicando doctrinas de errores, en una esquina, en fin, puede estar donde quiera. Cuando Jesús estaba en la tierra, Jesús lo reconocía siempre, se le apareció como ángel en el desierto, utilizó varias veces a Pedro, usó a Tomás para sembrar la duda de la resurrección de Cristo, utilizó a Judás y también estuvo presente en el monte Calvario en la figura de uno de los ladrones, hasta se presenta con sus demonios como seres de otros planetas. Es el engañador por excelencia, es mentiroso, padre de mentira, es brillante, un estudioso de la palabra de Dios, tiene arte para la persuación, inventó el arte de preguntar, que algunos incautos le atribuyen a Sócrates, pues mediante preguntas retóricas logró engañar a la mujer y quiso hacer lo mismo con Jesús, pero no le fue muy bien, sino que fue derrotado.
Es un ser cuya creación fue un acontecimiento de acuerdo a Ezequiel 28. Uno dotado de un cuerpo hermoso que lo corrompió, uno sabio e inteligente. Era un ángel que se paseaba por el monte de Dios. Este ser se corrompió y organizó un "golpe de estado", es el primer acto de esa naturaleza presentado en la palabra de Dios.
Satanás se rebeló contra el "status quo", contra el orden establecido. Así que se convirtió en el primero en tratar de cambiar el orden mediante un golpe de estado. Fue un rebelde que organizó a millones de ángeles para desbancar a Dios de su trono. Esto parece gracioso, pero no lo es,ésto parece un cuento de hadas, pero o lo es, esto parece una historia mitológica, pero no lo es. La Biblia es clara y nos brinda información suficiente para confirmar que tales hechos ocurrieron antes de la creación del universo y del hombre.
¡Cómo caíste del cielo, oh Lucero, hijo de la mañana!Cortado fuiste por tierra, tú que debilitabas a las naciones.
Tú que decías en tu corazón; Subiré al cielo, en lo alto, junto a las estrellas de Dios, levanataré mi trono y en el monte de testimonio me sentaré, a los lados el norte;
sobre las alturas de las nubes subiré y seré semejante al Altísimo,
Mas tu derribado eres hasta el Seol, a lado del abismo.
Isaís 14:12-15
Este mismo espíritu es el espíritu que inspira a los hombres, es el mismo espíritu que ha influenciado a todos los dictadores de la historia, en su mayoría llegan a creer que son inmortales, invencibles, inmovibles y hasta alguno se han proclamado dioses.
Ese espírtiu de cambiar el orden establecido mediante la fuerza es el mismo que ha inspirado a todos los golpes de estados de la historia, la dictadura nace de la incorfomidad de algunos, antes se justificaba como un "falso derecho divino", los reyes reclamaban el derecho de gobernar porque así lo había establecido Dios, este derecho divino pasa a Roma, con el establecimiento del papado, El poder se hereda porque ese poder es dado por Dios. El derecho divino a gobernar sufrió su golpe con la Revolución Francesa en 1789 en Francia.
Así que Satanás es el primero en intentar el establecimiento de un gobierno en el cielo mediante la rebelión. Pero sus planes fueron derrotados y fue expulsao del tercer cielo.
La humanidad nunca ha comprendido el peligro que hace seis mil años nos acecha. Ha ignorado la existencia de una realidad espiritual, ha ignorado la existencia del tercer cielo, ha ignorada que nuestra lucha es contra huestes celestiales, contra potestades y gobernadores. Hemos estado peleando entre hermanos, la lucha entre Abel y Caín no ha cesado. Hemos sido los criminales más grandes de la naturaleza, hasta el punto de poner en riesgo nuestra existencia.
Hemos pasado seis mil años haciendo la guerra, nación, contra nación, reino contra reino. Hemos actuado y vivido como si Dios no existiera. Por eso estamos como estamos, hemos convertido el Paraíso que Dios le entregó a la primera pareja en un infierno en el cual la violencia y la sangre están por todas partes. Hemos utilizado los recursos del planeta para fabricar armas, para hacerle daño a nuestros hermanos. Hemos ignorado a una nación que nos odia, que odia a Dios, una nación que pretende dominar este planeta y lo está logrando, el mundo está bajo el control del maligno, por breve tiempo. Pues no hemos creído a la luz que vino al mundo, nuestro Señor, por lo tanto fuimos entregados al dominio de las tinieblas. No hay forma alguna, que no sea Dios, que pueda destruir a esta nación de ángeles caídos y demonios. Son tan reales como los microbios que no vemos, como la energía eléctrica, como el viento que no se ve. Están como las bacterias regados por todo el planeta. Hay millones de seres humanos que son controlados por estos seres, aunque usted se ría y no lo crea. Jesús lo dijo.Por eso le dio poder a la iglesia para echarlos fuera. Ese poder sólo lo tiene la iglesia de Cristo que es dirigida por el Espíritu Santo. Cuando Jesús dotó a la iglesia de ese poder por algo fue. Jesús conocía muy bien a los demonios y los demonios conocían muy bien a Jesús. Los demonios temblaban con sólo escuchar su nombre, los demonios le gritaban a Jesús: "¿Por qué vienes a atormentarnos antes de tiempo?". Así que no es una tontería hablar de ellos.
El mundo está a la merced de estos seres inteligentes, invisibles, sin cuerpos que buscan donde habitar. Hoy los podemos encontrar dirigiendo muchas naciones del mundo, los encontramos entre científicos, militares, sacerdotes, ministros, en las universidades dando clases, en el bajo mundo, en las calles, durmiendo en la misma cama que uno, en fin están como la hierba mala, creciendo por todas partes para un día dar su golpe de estado, cuando se establezca la dictadura del anticristo.
Hermanos y amigos, amigas y hermanas. Sé de lo que estoy hablando, porque hablo de lo que las Sagradas Escrituras hablan, porque escrito está. Esta nación de enemigos del ser humano sólo puede ser vencida cuando aceptamos a Jesús y estamos llenos del Espíritu Santo. Estos seres trabajan las veinticuatro horas del día, no se cansan, no duermen, vagan por las calles sembrando la maldad, el vicio, estimulando para que el ser humano se corrompa como están ellos corrompidos. Corrompen a los ateos y corrompen a los que creen en Dios. Son entes persuasivos que tienen las armas en las manos para hacernos caer y apartarnos de Dios.
Satanás es un ángel de luz, tiene al mando un ejércitos de millones de ángeles y demonios. Es muy sabio, muy astuto. Fue expulsado del tercer cielo, pero logró el acceso de nuevo cuando hizo caer al ser humano y ahora habita en los aires, habita en la tierra, pues al morir Jesús fue hechado definitivamente entre nostros hasta que venga su juicio final después del milenio.
Durante seis mil años se ha pasado la vida sembrando la semilla del odio, la venganza, la corrupción, las guerras, la violencia, la sabiduría corrompida. Ha sumergido a los seres humanos en el océano de los vicios, la violencia, el crimen, la avaricia. Es un enemigo poderoso que no debemos ignorar como nos dice el apóstol Pablo.
No puedo comprender cómo uma madre mata a sus hijos, un padre abusa de su nieto, como matrimnios que han sido felices en un instante son destruidos, no puedo entender cómo un ser humano puede degollar a otro y luego tomarse fotos para que las exhiban, no puedo creer que destruyamos ciudades bajo el fuego de las bombas para luego reconstruirlas, no puedo creer cómo un ser humano que se afana y se sacrifica para obtener un grado académico alto luego se corrompa por unas monedas, ni puedo comprender cómo un sacerdote violador puede estar tranquilo en un altar,cómo un ministro que Dios sacó de las tiniebla y lo bendijo caiga en el adulterio, se aparte de las Sagradas Escrituras y predique la mentira, en vez de predicar la verdad del evangelio, no puedo creer cómo la juventud es atrapada por los vicios, cómo los gobiernos gobiernan para unos pocos y dejan a la mayoría vivir en la miseria, no entiendo cómo podemos permitir que millones mueran de hambre y luego vayamos a la televisión para hablar de viajes espaciales, construcción de armas de guerras sofisticadas, no puedo entender cómo un organismos como las Naciones Unidas, que fue creado para evitar las guerras, se haga cómplice ante la agresión a Iraq, sabiendo que se mintió descaramente, no entiendo cómo se sigue en una guerra absurda que está arrebatando la vida a miles de jóvenes inocentes, no puedo entender cámo todavía podemos rechazar a Dios, a Jesús.
Hoy hemos alcanzado los más altos niveles de tecnología, pero estamos en el más bajo nivel del desarrollo moral, estamos tal como estaban los seres humanos en tiempos de Noé y en los tiempos de Sodoma y Gomorra, cómo es posible que las naciones aprueban leyes para aniquilar a los niños en las clínicas de aborto, cometiendo el mismo crimen de Herodes, como es posible que hombres y mujeres que juran luchar por salvar vidas, puedan quemar a un bebé y triturarlos en el proceso de un aborto, estamos como Caín y Abel.¿Dónde está el proceso de evolución?
Estamos haciendo lo mismo que hicimos hace seis mil año. Tenemos un planeta cubierto de violencia, de odios, de venganzas, de perversión, de atrazo espiritual. En vez de crear un mundo en el cual pudieramos estar viviendo felices, hemos creado un infierno ardiente.
Todo esto es el resultado de la acción directa de este terrorista llamado diablo, la serpiente antigua, el maligno, el príncipe de las tinieblas. El ha planificado toda esta maldad, pues siempre ha querido gobernar este planeta y que el ser humano le rinda adoración.
Pero no hemos creído, estamos pensando que estamos invadido por extraterrestres, hasta en mi isla, ahora pretenden construir una pista de aterrizaje para estos seres que sólo existen en los que ignoran la palabra de Dios, pueda llevar sus naves.¡Absurdo!
Sí, hemos sido invadidos hace seis mil años por criaturas fuera de nuestro planeta, pero no son seres como muchos creen, son seres espirituales, demonios, entidades diabólicas que se pasean como Pedro por su casa sin ser detectados, pues tienen una realidad distinta a la nuestra, no necesitan naves espaciales, pues se mueven de un lugar a otro con sólo pensarlo, tiene mayor poder que nosotros y pueden inclusive estar dirigiendo naciones en nuestra tierra. Son asesores, fundadores de falsas religiones, causantes de la violencia, de las guerras, saben que serán destruido al final de los tiempos, pero mientras tanto tratarán de destruirnos, nos han dividido en razas y nos han hecho separar por prejuicios raciales.
Satanás no es un estúpido, hoy prepara el escenario para entrar. No lo puede hacer todavía, pues está la iglesia de Cristo en este planeta y está la presencia del Consolador. pero cuando Jesús levante a la iglesia no habrá fuerza que lo detenga, entonces la humanidad se enfretará a la dictadura horrible del anticristo.
Hijo del hombre, di al príncipe de Tiro: Así ha dicho Jehová el Señor: Por cuanto enalteció tu corazón, y dijiste: Yo soy un dios, en el trono de Dios estoy sentado en medio de los mares(siendo tu hombre y no Dios) y has puesto como corazón de Dios.
He aquí que tú eres más sabio que Daniel; no hay secreto que te sea oculto.
Con tu sabiduría y con tu prudencia has acumulado riquezas y has adquirido oro y plata en tus tesoros.
Con la grandeza de tu sabiduría en tus contrataciones has multiplicado tus riquezas; y a causa de tus riquezas se ha enaltecido tu corazón.
Ezequiel 28:1-5
Hijo del hombre, levanta y endechas sobre el rey de Tiro, y dile: Así ha dicho Jehová el señor: Tú eras el sello de la perfección, lleno de sabiduría, acabado de hermosura.
En Edén, en el huerto de Dios estuviste, de toda piedra preciosa era tu vestidura...
Ezequiel 28:12-13
Tú querubín grande, protector, yo te puse en el Santo monte de Dios, allí estuviste, en medio de las piedras de fuego te paseabas.
Perfecto eras en todos tus caminos, desde el día en que fuiste creado, hasta que se halló en ti maldad.
A causa de la multitud de tus contrataciones fuiste lleno de iniquidad, y pecaste; por lo que yo te eché del monte de Dios, y te arrojé de entre las piedras del fuego, oh querubín protector.
Se enalteció tu corazón a causa de tu hermosura, corrompiste tu sabiduría a causa de tu esplendor; yo te arrojaré por tierra; delante de los reyes te pondré para que miren en ti.
Con la multitud de tus maldades y con tu iniquidad de tus contrataciones profanaste el santuaro; yo ,pues saqué fuego de en medio de ti, el cual te consumió y te puse en ceniza sobre la tierra a los ojos de todos lo que te miran.
Todos los que te conocieron de entre los pueblos se maravillarán sobre ti; espanto serás, y para siempre dejarás de ser.
Ezequiel 28: 14-19
De esto es que se trata. Satanás es reconocido por Dios como un ser extraordinariamente poderoso, perfecto en todo, sabio e inteligente. Un ser que caminaba en el monte de Dios luciendo sus vestidos de piedras preciosas en medio del fuego. Un ser extremadamente orgulloso, altivo, engreído. Un ser conocedor de todos los secretos de la creación, un ser más sabio que Daniel, un ser que adquirió poder y riquezas.
Ese ser se corrompió y fue echado a la tierra. Es por eso que estaba presente en el huerto, allí asumió la forma de una serpiente, ya que era un querubín. Desde entonces la mirada de la humanidad está puesta en él y no en Dios.
Aquí tenemos el primer golpe de estado, un golpe dirigido a destronar a Dios, Luego este ser intenta otro golpe y esta vez tiene buenos resultados. Logró apoderarse del gobierno de la tierra, gobierno que Dios había puesto en las manos de Adán. Gobierno que fue derrotado, no con la fuerza de las armas, no con las fuerzas de la guerra, sino con la fuerza de la palabra persuasiva. Esa es la más poderosa arma que esta criatura tiene. Tiene la capacidad y sabiduría para manejar la palabra con astucia. Logró mediante preguntas capciosas, preguntas retóricas engañar a la pareja, hizo que la verdad pareciera mentira y la mentira se se viera como una dulce verdad.
Es un orador exquisito, tiene dominio del arte de la palabra. Empleó la sabiduría para engañar a la primera pareja, así que provocó el golpe de estado más extraodinario de la tierra, pues con ese golpe adquirió el dominio del universo y el dominio de la tierra, y se proclamo rey y príncipe del planeta. Desde entonces camina por el mundo fundando imperios nefastos, estableciendo dictaduras horribles y planificando una guerra con su nuevo aliado, el hombre, para batallar contra Jesús, al final de los tiempos.
Satanás intentó destruir a Cristo, hizo todo lo posible, pues sabe que sus días están contados, sabe que será destruido, sabe que ya no tienen el dominio real del planeta, pues Cristo con su muerte lo reconquistó. Pero sigue con la mentira. Hoy engaña a los reyes y gobernantes del planeta, les hace creer que son dioses, que tienen poder, que pueden gobernar como les dé la gana.
Yo leo estos versículos de la Ezequiel y me quedo asombrado. Veo a Satanás orgulloso, con su cuello erguido, vestido de piedras preciosas, caminando entre las piedras de fuego, enaltecido, creyendo que podrá sentarse en el trono de Dios. Esas imágenes se apoderan de mi mente, lo veo invencible, conquistador, seguro de sí mismo. Y veo a Dios pensativo, asomado por su ventana mirándolo, observándolo, determinando su futuro, y veo a Jesús con su dulce sonrisa al lado de su Padre y al Espíritu Santo moviendo su cabeza, y Satanás maquinando, pensando, ideando su plan de ataque.
Esas imagénes se cruzan en mi mente con un mar de imágenes terrenales. Veo a los dictadores de igual forma, con sus uniformes hermosos, de múltiples colores, cubiertos de condecoraciones, franjas, estrellas, veo las alfombras rojas y veo a los ejército saludando, siento y percibo que quieren reventar de orgullo, alzan sus cuellos, erguidos camninan como si fueran invencible. Tiene el mismo espíritu del primer dictador. Piensan en dominar al mundo, en construir reactores atómicos, en construir cohetes mortíferos capaces ha hacer destruir a una ciudad.
Allá va el querubín, caminando como un general de siete estrellas, allá va con sus mejores asesores, con sus ángeles a los cuales le ha ofrecido puestos si le siguen y se rebelan contra Dios, allá va saboreando la victoria que no iba a obtener, engañado por sus ambiciones...
Acá está sus alza colas, sus alcahuetes, los que se pretan para que este ser siga haciendo daño a la humanidad. Allá están sentados, pensando en la próxima guerra, pensando a quién van a saquear, pensando como eliminar a sus adversarios, como perpetuarse en el poder. Les gustan caminar entre las multitudes, y las masas alimentan sus egos con sus aplausos, con sus besos, con sus saludos, allá pensando que son eternos, que son dioses, que todo se lo merecen... allá van pensando cómo robarle el salario a sus trabjadores, cámo robarle el pan a los niños, cómo adueñarse de los tesoros del pueblo... allá van caminando sobre las alfombras rojas...
Y Satanás se mueve sobre el fuego, se siente infinitamente poderoso, lo que no sabe este infeliz es que ya Dios le ha dado la orden a Cristo para venir al planeta y vencerlo, lo que no sabes este pobre infeliz es que ya el arcángel Miguel prepara a los ejércitos que se mantienen fieles para que tan pronto escuchen la voz de Cristo, aquel grito de guera que se escuchó en el monte Calvario:
"En tus manos encomiendo mi espíritu" y será echado a patadas nuevamente y definitivamente del tercer cielo hasta el día de su juicio y condenación eterna.
Así son los dictaodres de la tierra, clones de este ser frustrado, clones de un mismo espíritu. Seres altivos, soberbios, orgullosos, seres en los cuales no hay espacio para Dios, y cuando lo hay ciertamente es por conveniencia, seres inteligentes, seres atrapados por las ansias de poder, por las ansias de poseer riquezas, seres que se olvidan que sus vidas son tan breves como la flor del campo, seres que están rodeados de judas y en cualquier momento saborean la espada de la traición, seres que son aplaudisdos por las masas, pero que esas mismas masas son capaces de destruirlos.
Los gobernantes del planeta deben aprender la lección, ningún dictador va a prevalecer para siempre en el poder, llegará la hora que Satanás dejará de meter la mano, pues ya no le sirve, entonces se sentará en una mesa y comenzará a decir mentiras o a tentar a otros para que aspiren al trono, entonces ese dictador no estará seguro ni rodeando de la mejor vigilancia, siempre Satanás tendrá a un Judas listo para entregarlo. Simpre habrá un "Brutus" que traiciona al César o siempre Dios levantará a un Cristo para que lo derrote.
Es mejor gobernar con justicia, con amor, con responsabilidad, con deseo de servir antes de ser servido. Un buen gobernante tiene a Dios en su corazón. Cuando los reyes, los gobernadores o los presidentes buscan la dirección de Dios, muchas bendiciones vienen sobre sus reinos.
Pero escuchar la voz de Satanás es arrastrar maldición sobre las naciones del mundo.
No es un juego de palabras, es una realidad. Hoy ese ser que fue echado del cielo se encuentra organizando en la tierra y él es autor intelectual de todos neustros males.
Satanás no es un montruo como se presenta en el cine. Satanás es un hermoso ángel que puede estar en este momento planificando como devorarte, destruirte, puede estar pensando destruir tu hogar, tu matrimonio, puede estar pensando como arrebatarte la vida, como empujarte al suicidio, a los vicios, puede estar planificando una calumnia, o que pierdas tu trabajo, puede estar pensando como apartarte del camino de Dios, puede estar pensando como usar a una mujer o a un hombre para seducirte, puede ser el sacerdote que te habla de Dios, o el ministro que te ofrece un milagro, en fin puede estar en cualquier lugar, en cualquier momento y en cualquier forma.
Sólo cuando tenemos al Espíritu Santo es que le podemos detectar, no importa que venga disfrazado de oveja.
Satanás logró que la pareja perdiera todos los derechos sobre los reinos que Dios le había dado. El ser humano sufrió un duro golpe, pues no sólo perdió el control del planeta sino también perdió su dominio sobre el universo, sobre el conocimiento revelado, corrompió su sabiduría y cayó en la senda de las tinieblas. Perdió el derecho a la vida eterna, el derecho a tener un cuerpo incorruptible, adquirió la muerte y perdió la juventud eterna, peor aun, fue echado de la presencia del Dios y expulsado del Paraíso.
Ahora el ser humano caía bajo la esclavitud de este ser maligno, un ser soberbio cuyo objetivo es lograr la destrucción de la humanidad, que los seres humanos cayeran en desobediencia y estuvieran bajo su dominio.
Ahora Satanás buscaría establecer una ciudad en la cual pudiera establecer un reino terrenal, y como él no podía dirigirlo personalmente por el momento, entonces escogería sus cómplices humanos que se entregarían por un puñado de monedas, por adquirir poder, fama y riquezas.
Con engaños y mentiras ha logrado que muchos gobernantes le obedezcan y se pongan a sus servicios. Imperios completos que han alcanzado la gloria y luego desaparecen como el humo, hombres que han alcanzado el tope del poder, en un minuto ven como caen en manos de sus adversarios, traicionados por los que comen en la misma mesa, traicionados por los mismos que te prometen lealtad. Esa ha sido la historia y esa será la historia para todos aquéllos que escuchan las mentiras de este ser.
El primer gran poderoso de la historia de la humanidad fue Nimrob, hijo de Cus, hijo de Cam, uno de los hijos de Noé.
Este fue vigoroso cazador delante de Jehová; por lo cual se dice: Así Nimrob, vigoroso cazador delante de Jehová.
Y fue el comienzo de su reino, Babel, Erec, Acad Y Calne, en la tierra de Sinar.
Génesis 10:9-10
En la ciudad de Sinar un grupo quiso subir al cielo. Porque el hombre siempre ha tenido la misma idea, eso nunca ha variado, siempre ha deseado conquistar el espacio. Muchos a través de la historia quizás se hayan burlado de esta aspiración, pero no solamente la historia de la Torre de Babel nos manifiesta esta intención, lo vemos en la mitología griega, en la historia de Icaro, lo vemos en la novela Alsino, los vemos en las historia de Julio Vernes y también mucho antes, Davinci ya tenía hasta dibujos de naves.Y hoy nadie puede burlarse de este intento del hombre por conquistar el espacio, todos quieren conquistar el espacio para dominar al resto de la humanidad, lo que no sabe el ser humano, lo que no saben los científicos, lo que no saben los gobernantes que respaldan esos intentos de colocar una colonia humana en el espacio, de fundar ciudades, de habilitar lugares, es que de la misma manera que los constructores de la Torre Babel la vieron desplomarse al suelo, así nos dice la palabra de Dios, que aunque el hombre vuele como el águila y coloque su nido entre las estrellas de allá Dios los hará descender.
Muchos de estos viajes están condenados al fracaso, sus estaciones se saldrán de sus órbitas y caerán a la tierra, como caerán sus naves y sus satélites, naves que explotarán en el espacio, eso está escrito. La Biblia dice que habrán muchas señales en el cielo, eso es posible en esta ápoca. Ya hemos visto grandes señales y veremos muchas más.
Esa idea de conquistar el espacio, era la idea de aquéllos que construían la torre y es la idea de los que hoy pretenden establecerse en el cielo, dominar a las demás naciones del mundo.Las consecuencias fueron fatales,pues de una sola lengua que se hablaba en la tierra comenzaron a surgir otras diferentes causando graves diferencias entre los humanos, dando paso a diferentes culturas y obligando a los seres humanos a agruparse en grupos de una misma lengua. No hay obtáculo más grande para el desarrollo de la civilización que esa amalgama de idiomas diferentes.
El deseo de dominar a las demás nacionaes siempre ha sido el sueño de todo dictador, de toda dictadura.De hecho esta tierra de Sinar es la actual Iraq, es Babilonia, una ciudad que ha tenido a muchos dictadores y de donde se supone surja el imperio del anticrsito con la dictadura más cruel del mundo. Comenzamos las dictaduras en tierras de Babilonia y terminará con la dictadura de la bestia en el mismo lugar. Aquí no hay casualidades, Satanás ha tratado de confundirnos señalando a Europa como el lugar en el cual se establecerá la dictadura del anticristo.
Así que el nacimiento de este tipo de gobierno nace en tierra de Sinar, desde entonces a través de estos seis mil años Satanás ha escogido sus ciudades para establecer su reino de terror.
El imperio egipcio tenía como soberano a un ser que poseía poderes extraordonarios. Este Faraón tenía poderes absolutos, era dueño de la muerte y de la vida, dueño de los que estaban bajo su autoridad, tenía el poder político y el poder religioso. Sus asesores eran sabios, adivinos, encantadores, astrólogos. La casa real del Faraón era un lujoso palacio en el cual se celebraban fiestas y bailes, era un lugar placentero. El Faraón poseías todas esas cualidades de los dictadores, no importaba el título que tuviera, era un simple mortal engreído que gobernaba para los ricos y los poderosos, los pobres se trataban de la misma forma que hoy son tratados.
Estos hombres creían que eran dueños de la verdad, eran altivos, soberbios, vestían como han vestido todos los dictadores, hermosas vestiduras, rodeados de joyas preciosas, viviendo en la abundancia. El Faraón tenía el poder sobre la libertad.
La palabra de Dios nos dice sobre el Faraón que gobernaba en tiempos de Moisés. El pueblo de Israel había sido sometido a la más cruel esclavitud. Dios le había dicho a Abraham que estaría en cautiverio 400 años en la tierra de los egipcios.
En el año 2238 DA entraron con Jacob 70 personas, ya José estaba ocupando una posición de importancia, y había ganado el respeto y el reconocimiento del Faraón que gobernaba en su tiempo. En el año 2638 DA,(1400 AC) Dios escuchó el gemir del pueblo judío, entonces Dios se acuerda de ellos y les envía a su libertador, le envía a Moisés.
Claro, Moisés no estaba muy a gusto con aquella misión que Dios le había puesto sobre sus hombros, hizo todo lo que pudo para escapar de aquella gran responsabilidad, pero todo intento fue en vano, pues él había sido seleccionado para llevar a cabo esa misión.
Moisés tenía problemas del habla, sentía temor de volver a Egipto, pues había salido huyendo y lo buscaban por el asesinato de un egipcio. Así, que volver a Egipto no era cosa de su agrado. Además, cómo iba a decirle a aquel soberano, que dejara ir a su pueblo, ni loco. Sabía que no le harían caso y era posible que lo dejaran preso con su hermano Aarón.
Sin emabrgo, Moisés sabía que Dios era Todopoderoso, que no había poder en Egipto que lo pudiera derrotar. Faraón sería un dios para aquella gente, pero su Dios era sobre todos los dioses. Así que no le quedó otro remedio que ir donde aquel dictador.
Este Faraón había visto como el pueblo judío crecía, como era bendecido, como prácticamnete tenían las riquezas, así que por envidia y el miedo de que los judíos se unieran a los enemigos en tiempo de una guerra, decide someterlos a la esclavitud.
Así son los dictadores, no importa el tiempo en que vivan, la lengua que hablen, su nacionalidad, todos tienen el mismo espíritu que los inspira.
Son seres altivos y soberbios que beben de la copa del poder y se emborrachan, tienen fantasías de ser dioses, pretenden gobernar con mano dura y se olvidan que allá en el tercer cielo está el que "pone y quita reyes". Así que este Faraón se llenó de soberbia y se burló de Moisés, se burló de las culebras de la vara de Aarón, se burló de las advertencias de Moisés y no dejó que el pueblo judío saliera de las tierras de Egipto.
Moisés tenía 80 años y Aarón tenía 83 cuando fueron enviados a Faraón. Así que aquellos dos hermanos van a enfrentarse al ser más poderoso de la época y le exigen la libertad de Israel. Más de un millón de judíos sufren la esclavitud, sus gemidos se escuchaban por todas partes, sus gemidos rompían el silencio de la noche, sus oraciones viajaban por el espacio, pero Dios permanecía en silencio. Dios responde cuando quiere, no cuando nosotros queremos. Así que los judíos tuvieron que esperar cuatrocientos años para ver la respuesta a sus gemidos, a sus plegarias, a sus súplicas, a sus oraciones.
Y murió José, y todos sus hermanos, y toda aquella generación.
Y los hijos de Israel frustificaron y se multiplicaron, y fueron aumentados y fortalecidos en extremos, y se llenó de ellos la tierra.
Entre tanto se levantó sobre Egipto un nuevo rey que no conocía a José; y dijo a su pueblo:
He aquí, el pueblo de los hijos de Israel es mayor y más fuerte que nosotros.
Ahora, pues, seamos sabios para con él; para que no se multiplique y acontezca que viniendo guerra, él también se una a nuestros enemigos y pelee contra nosotros, y se vaya de la tierra.
Entonces pusieron sobre ellos comisarios de tributos que los molestasen con sus cargas; y edificaron para Faraón las ciudades de almacenaje, Pirón Y Ramesés.
Pero cuanto más los oprimían, tanto más se multiplicaban y crecían, de manera que los egipcios temían los hijos de Israel.
Y los egipcios hicieron servir a los hijos de Israel con dureza.
y amargaron sus vidas con dura servidumbre, en hacer barro y ladrillo, y en toda labor del campo y en todo su servicio, al cual los obligaban con rigor. Exodo 1:6-14
Y miró Dios a los hijos de Israel, y los reconció Dios. Exodo 2:25
Así que este Faraón utilizó todo su poder para esclavizar a los judíos. Pero este dictador no sabía con quien se estaba metiendo. Su poder sería quebrado cuando Dios pusiera su mano sobre su reino. Así que Dios escuchó el gemido de los hijos de Abram y Dios los reconoció y los libró de la esclavitud.
En medio del grito, del lamento, dejando en cada casa egipcia un muerto, dejando a todo un imperio llorando a sus muertos, más de un millón de judíos salían a la media noche detrás de aquellos dos hombres cantando y alabando al Dios de los cielos.
Atrás quedaba la dictadura recia, atrás quedaba el dictador, el Faraón que se creía que era Dios. Diez plagas no fueron suficiente para converncelo y Dios tuvo que enterrarlos bajo el agua. Así terminó aquel dictador, así quedó destruiada aquella dictadura. Y mientras los egipcios lloraban sus muerto, Israel caminaba victorioso, protegigo por una columna de fuego y una nube.
La salida de Israel de Egipto es una fotografía de lo que acontecerá cuando Cristo regrese a buscar a su iglesia. Mientras Israel celebraba su victoria sobre la dictadura, Israel salía de la esclavitud. Al final será Israel quien quedará en la tierra para ser sometido de nuevo a la peor de las dictaduras, mientras que la iglesia se levantará al cielo, al encuentro del Mesías.
La historia se repitió, fue Israel quienn no obedeció a Cristo, sino que lo rechazó y lo crucificó. Faraón es un prototipo del Israel en tiempos de Jesús. Faraón no creyó al profeta que le fue enviado, Israel no creyó en el Mesías que le fue enviado.
La dictadura religiosa y la dictadura política condenaron al Libertador de la humanidad. Faraón creyó más en sus adivinos y hechiceros que en los mensajeros de Dios, Israel creyó más en sus seudos líderes religiosos que en el Hijo del Dios del Altísimos.
Era lo mismo, era el rechazo de Dios y la aceptación de Satanás, Los judíos escogieron al ladrón, al homicida, al malvado y rechazó al Ungido, al Santo de los santos.
De la misma forma que Moisés pudo contemplar la tierra prometida desde el monte, así el pueblo de judío verá como su Mesía levanta a otro pueblo, al pueblo gentil que lo recibió,
¡Qué triste!, Dios miró desde el cielo y pudo distinguir a los judíos de los egipcios, Dios reconocío a su pueblo pero luego aquel pueblo no le reconoció en la figura de Jesús. Dios tuvo misericordia y los libró de la esclavitud, pero ellos no tuvieron misericordia de Jesús y lo asesinaron vilmente, Dios tuvo compasión de ese pueblo al cual amaba, pero ese pueblo fue cruel con su Hijo Amado.
La historia de Egipto debe servir de ejemplo a las naciones que usan su poder para oprimir a otras naciones, los dictadores y los gobernantes del planeta deben saber que sus actos no quedarán impune, pues hay un Dios en el tercer cielo que está mirando y reconocerá a los oprimidos y los libertará de la misma forma que libertó a Israel.
El mismo espíritu que inspiró a Nimrob y a los faraones egipcios fue el mismo que inspiró a los reyes de Babilonia. Satanás se mudó de nación. Babilonia se convirtió en uno de los imperios más grande durante el reinado de Nabucodonosor. Este gran monarca reinó, de acuerdo al calendario bíblico desde 3530 DA. En este año comenzó el cautiverio de Israel, para que se cumpliera la profecía que había sido dada a Jeremías. Esta profecía de setenta (70) años terminaría en el año 3600 DA. El calendario humano establece su reino en el año (605AC).
En el año 3548 DA finalmente lograron acceso a la ciudad de Jerusalén y el templo fue destruido. El profeta Daniel había sido llevado al palacio del rey el primer año del cautiverio. Daniel alcanzó fama y gloria y fue profeta de Dios todo su vida. Estuvo en Babilonia durante los 70 años del cuativerio. Además paso varios años más durante los sucesores de Nabuconodonor y la caída del imperio en manos de los Medo-Persas. Así que su periodo profético fue extenso.
Nabucodonosor se llenó de gloria, de fama y de poder. Pero como todos los dictadores la soberbia y el orgullo se apoderaron de él.
Nabucodonosor persiguió y esclavizó al pueblo de Dios. Destruyó el templo y saqueó los tesoros sagrados. Su hijo Belsasar profaná los utensilios sagrados y fue castigado por Dios.
Tal y como el faraón egipcio creyó ser inmortal, creyó ser dueño de la vida de los demás, gobernó con vara dura, ordenó la construcción de una enorme estatua y obligó a todos a doblar rodillas ante la misma. Pedía la adoración como si hubiera sido un dios. Sus consejeros era una pandilla de delincuentes, adivinos, sabios, falsantes a quienes condenó a la muerte porque no pudieron descifrar su sueño. Quiso ser soberano de soberano, pero como todos los dictadores se opuso a la obra de Dios.
Daniel y los demás jóvenes fueron castigados por adorar al Dios de los cielos, Ellos no doblaron la rodilla, ellos no claudicaron, ellos no negaron su fe, ellos confiaron en su Dios, ellos estaban dispuestos a morir por defender su fe.
Aun cuando fueron condenados a muerte jamás se apartaron del camino correcto, del camino de la luz, del camino de la salvación. Estos jóvenes son el ejemplo de lo que deben ser los guerreross de dios, soldados de primera fila, soldado de la fe, de la justicia y del amor hacia su Creador.
El fuego ni los leonés tenía poder sobre ellos. El mismo Dios que libró a Moisés del Faraón era mismo Dios que los libraría de cualquier amenaza.
Y como todos los imperios, como todas las dictaduras, como todo lo creado por el mundo, desapareció. Dios envió a otro pueblo para castigar la soberbia de este rey soberano. Como Egipto fue destruido, así también Babilonia corrió la misma suerte.
Dura cosa es oponerse al Dios de los cielos. No hubo, ni hay ni lo habrá imperio poderoso que sobreviva cuando la mano de Dios cae sobre él. Nabucodonosor se creyó Dios, sus hijos siguieron el mismo camino pero también tuvieron el mismo final.
Los hombres que gobiernan deben saber que son simples mortales, que están en la cumbre un momento dado,pero que al momento pueden estar arruinados. Pueder ser los perseguidores, los explotadores, pero también pueden ser los explotados y los perseguidos. La historia está ahí, como un gran libro abierto, nunca han prevalecido ni van a prevalecer. Llevan dentro de sí el espíritu de error, el espíritu de maldad, el mismo espíritu que tendrán todos los dictadores del mundo, eso será así hasta el final cuando se establezca el imperio de la Bestia.
Los seres humanos ignoran esta verdad bíblica, los dictadores están poseídos por el mismo espíritu del mal.
Y vi salir de la boca del dragón y de la boca de la bestia, y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas;
pues son espíritus de demonios, que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día de Dios Todopoderoso.
Apocalipsis 16:13-14
Esos mismos demonios que se apoderarán de las mentes de los reyes de la tierra al final de los tiempos para ir a pelear la gran guerra del Armagedón, son los mismos espíritus que durante estos seis mil años han estado induciendo a los soberanos que han gobernado. Todos han tenido a esos demonios dentro de sus esferas de poder, aunque no lo sepan o lo ignoren.
Todos los dictadores han promovido la guerra, todos buscan la fama, el poder, la adquisición de riquezas y de territorios, todos ambicionan más y más, todos están partidos por la misma línea.
Hoy vemos a unos "dictadores" que realmente no tienen ningún poder, creerse la gran cosa. Tienen a un grupito de asesores del demonio metiéndole ideas contrarias a Dios, construyendo naves espaciales para conquistar el espacio, para llevar contaminación y chatarras que un día nos caerán encima como piedras lanzadas desde lo alto, construyendo reactores atómicos, hay que verlos como caminan, asombrados por el poder de la energía nuclear, se me parecen a los discípulos que creyendo que iban a impresionar a Cristo le dijeron: "Mira Maestro que más preciosas", ' refiriéndose al templo, Y Jesús les respondió: "no quedará piedra sobre piedra que no sea destruida".
A los dictadores les encanta levantar estatuas e imágenes por todos lados, a las masas les encanta verlos en grandes fotografías, verlos con sus uniformes cubiertos de condecoraciones, les encanta verlos camianr, les encanta verlos saludo a sus fuerzas militares, les encanta cuando declaran las guerras, les encantan cuando persiguen a otros pueblos, esas masas que les aplauden serán las mismas que luego se rebelarán y los sacarán del poder y si es posible lo ejecutarán sin Lo hicieron con Jesús que no tenía falta alguna, que no harán con los soberbios.
Están condenado a la soledad, el miedo será la sombra que los acompañe toda la vida, no podrá tomar un pedazo de pan sin el temos que hayan sido envenenados, no podrán dormir con tranquilidad, pues puede ser que el asesino sea el mismo que lo vigila y lo cuda. Es una vida llena de temerores. No tienen espacio para Dios, sus mentes están ocupada con lo que haré el día de mañana, no tendrán paz ni tiermpo para disfrutar a suss familiar.
Los dictadores podrán obtener poder y fama, podrán mantenerse en el poder con intrigas, asesinatos, torturas, pero no podrán detener el tiempo, la vejez, la enfermedad, la muerte. ¿Qué se llevarán a la hora que la dama "pelona" toque a sus puertas?¿Dónde está su poder?¿Sus ejércitos?
Cuando leemos las Sagradas Escrituras nos damos cuenta que este marilloso libro, que fue escrito por diferentes escritores, en diferentes épocas, el mismo tiene a un mismo autor intelectual. Es imposible que un ser humano o varios seres humanos hayan podido escribir un texto tan armonioso como éste. Para haber podido redactar esta obra maravillosa el autor o los autores debieron conocer los hechos antes de que los mismos ocurrieran. Es imposible que un Moisés haya podido escribir la historia durante los primeros dos mil años con tan exactitud y con tantos detalles, es imposible que Isaías nos haya transmitido un vídeo en el cual se recoge la pasión y muerte de Cristo tan detalladamente casi setecientos años antes. En verdad sólo una mente como la mente de Dios pudo haber revelado el contenido bíblico.
Lo mismo sucede cuando estudiamos el perfil de todos los grandes gobernantes y dictadores de la historia de la humanidad. No importa la época, el lugar, la edad, la raza, el físico, el nivel cultural, la religión, el nivel intelectual y social, todos los dictadores han sido partidos por la misma línea. Todos reflejan las mismas actitudes y estilos de gobernar. Todas las dictaduras son idénticas, todas han sido inspiradas por el mismo espíritu.
El perfil de Nimrob, Faraón, Nabucodonosor, los reyes de Israel, los emperadores romanos y de todos los demás dictadores es el mismo.
Todos han estados motivados por las mismas razones, los mismos objetivos, las mismas metas, todos han reflejado los mismos estilos, gustos, preferencias. Es algo que no podemos negar ni obviar. La vanidad, el orgullo, la altivez, la soberbia, el gusto por el lujo, los buenos vestidos, los colores, la estatuas e imágenes, la fama, el poder ,la corrupción, el deleite de los placeres de la carne, la injusticia, la persecución de sus adversarios, sus consejeros y asesores, todo es lo mismo. Todos son amigos del famoso: "Príncipe", de Maquiavelo, aunque nunca leyerron el libro, parece que fue, es y será la Biblia de los dictadores. El " fin justifica los medios", no importa el medio que se utilice, lo importante es alcanzar la meta. Por eso el crimen, el asesinato, la persecución son justificados, lo importante es la estabilidad del estado, cualquiera que atente contra el "status quo", hay que eliminarlo, es mejor que mueran unos pocos que toda una nación, ese parece ser el principio de todas las dictaduras. Por eso mataron a Cristo." Es mejor que un hombre muera y no que muera toda la nación".
La historia de los emperadores romanos es una llena de tinieblas, de persecuciones, de crímenes, de aberraciones. Hombres diabólicos como Nerón y Caligula son una verguenza para la historia de la humanidad.
Los romanos fueron los culpables del crimen que se cometió con Cristo, aunque los judíos fueron los acusadores, eran los romanos los responsables de celebrarle un juicio justo y no lo hicieron. Pilato no salvó su responsabilidad lavándose las manos, pues el mismo le dijo a Jesús que tenía el poder para condenarle o liberarle. Pero no lo hizo, pues siempre piensan en sí mismo y no en los demás. Los emperadores romanos se declararon ellos mismos como dioses. Oprimieron al mundo que tenían bajo su autoridad e hicieron lo mismo que hizo Nabucodonosor, destruyeron a Jerusalén y al templo que había construido Herodes.
La historia de los emperadores romanos está manchada con la sangre de los seguidores de Cristo, con la sangre inocente de hombres de bien, hombres y mujeres que confesaron a Cristo como el Mesías, Rey y Salvador fueron llevados al coliseo y, allí ante las multitudes, fueron asesinados, esos malditos disfrutaban ver a los leonés hambrientos despedazando a los niños, jóvenes, mujeres, ancianos judíos. Y todavía hoy se atreven a decir que Roma es una ciudad "santa". La misma Iglesia de San Pedro se levanta en un lugar que sirvió de patíbulo para asesinar a miles de cristianos.
Satanás siempre ha buscado una ciudad para establecer sus cuarteles generales y hoy tiene a Roma, ciudad que será hecha pedazos durante el reinado del anticristo, primero se pondrá al lado de la Bestia y luego los diez reyes la quemarán y la destruirán. Eso es lo que está escrito en el libro de Revelaciones.
La maldad era grande, muchos de estos dictadores fueron asesinados, perseguidos, derrocados. Todos tenían el mismo estilo de maldad, la soberbia, la altivez, la corrupción era el menú del día.
El poder corrompió a estos gobernantes, la inmoralidad y el pecado era tan común como el aire que respiraban.
Pero sucedió lo mismo, se repitió la historia, del norte llegaron los bárbaros, los godos y visigodos, los hunos, llegaron aquellas olas de perversidad y acabaron con el imperio romano de occidente y Rama fue destruida y quemada en el 476 DC. Ese es el final de las dictaduras, eso no ha cambiado ni cambiará, las dictadura llevan consigo el germen de la destrucción, no pueden prevalecer, son contraria a la naturaleza que inspira libertad, que inspira justicia, que inspira respeto por la vida y por el Creador. Las dictaduras siempre han sido un cáncer, una lepra pestilente, cuando un gobierno pisotea el derecho a la libertad de sus pueblos está condenada a la destrucción. Dios no soporta a las dictaduras, no perdonó a Satanás cuando intentó establecer la primera, menos va a perdonar una dictadora que oprime a los seres humanos.
No importa el tiempo, no importa el lugar, la nacionalidad, la religión, el sistema político, no importa la personalidad del líder, no importa el tamaño del cuerpo, ese espíritu pervertido que se posesiona de los seres humanos es el mismo. Es el espíritu del mal, de la maldad, de la desobediencia, la Biblia es clara cuando afirma que los demonios pueden entrar a la mente de una persona, no solamente un demonios sino muchos al mismo tiempo. La Magdalenia estaba poseída por siete demonios y el gadareno tenía cientos. Son entes distintos a los ángeles, los ángeles tienen cuerpo pero los demonio carecen de uno, así que su estructura espiritual le permite habitar, no solamente en un ser humano sino en cualquier animal. Los demonios del gadarenos fueron a parar en un hato de cerdos.
Ahora un ser humano está desprotegido cuando no cree en la existencia d ellos y no tiene la protección de Dios. Los demonios son astutos, saben todo, están bajo la dirección de Satanás, los esclavos que le hacen el papel sucio a este ser de las tinieblas. Un demonio se posesiona de un perro o de cualquier animal y nos puede controlar la mente y ordenarnos a cometer actos horribles. Muchos asesinos han dicho que han escuchado la voz de un perro que les ordena, desgraciamente nos reímos, y decimos que está loco y enajenado. El hecho de no creer es la mejor arma que tiene Satanás para actuar.
Muchas veces por ignoracia no podemos entender el comportamiento de una persona. De la noche a la mañana comienza a hablar sin control, con incoherencia, a decirnos que tiene pesadillas, que ve cosas horrendas, que oye voces, a veces en la misma iglesia un hermano pierde el control de su mente, y en vez de orar a Dios lo que hacemos es decirle que no puede entrar al templo. Jesús nos dio poder sobre los demonios, la iglesia de Cristo tienen poder para batallar contra ellos, pero hoy las iglesias prefieren a un siquiatra o sicólogo. No tengo nada contra ellos, ellos pueden ayudar al mundo, a los que no creen, pero los que creen en Dios, los que creen en Jesucristo no necesitan de ellos, pues una de las señales que Jesús dijo era que en su nombre echaríamos fuera demonios. Jesús todo el tiempo luchó contra ellos, esos seres están sobre la tierra, viven entre nosotros y tratan siempre de empujarnos hacia la maldad.
Los demonios tienen muchos conocimientos. Cuando escogen a una víctima le averiguan toda la vida, los demonios conocían a Jesús, cuando los judíos se preguntaban: ¿Quién es este hombre?, los demonios le gritaban: "Jesús, Hijo del Altísimo, por qué vienes a molestarnos antes de tiempo?. Los demonios le sirven a los brujos, a los hechiceros, a los espiritistas, se hacen pasar por muertos, por personas conocidas, ciertamente saben y conocen bien su trabajo. Desgraciadamente hay muchos incaustos que creen en esos falsantes.
La existencia de demonios es una realidad espiritual, no importa lo que afirmen los hombres de ciencia, los sabios de la tierra, los intelectuales, esos seres pervertidos están entre nosotros. Los seres humanos con todos los conocimiento lo más que pueden hacer es neutralizar los cuerpos con medicamentos pero jamás podrán liberar a una persona de uno de estos entes. Podrán poner a dormir al paciente, pero ellos seguirán ahí hasta que puedan encontrar otro cuerpo, otra mente. La Biblia dice que abandonan la casa pero luego regresan cuando la casa está limpia.
Lo único que nos liberta de ellos es la presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas. Un ser lleno del poder de Espíritu Santo jamás será tocado por estos seres.
Ahora los dictadores están propenso porque son seres ambiciosos, egoísta, soberbios, vanidosos, seres que no temen a Dios, que no tienen espacio en sus mentes ni en sus corazones para Dios, siempre están en busca de poder, de riquezas, de placeres. Muchos de ellos tienen como asesores a adivinos, hechiceros, brujos, mentalistas, parasicólogos, espiritistas y astrólogos como tenía el rey Nabucodonosor, como tenía uno de los grandes presidentes de Estados Unidos, hasta para ir al baño consultaba a sus astrólogos y adivinos.
Y vi salir de la boca del dragón, y de la boca de la bestia y de la boca del falso profeta, tres espíritus inmundos a manera de ranas.
Pues son espíritus de demonios que hacen señales, y van a los reyes de la tierra en todo el mundo, para reunirlos a la batalla de aquel gran día del Dios Todopoderoso.
Apocalipsis 16: 13-14
Uno de los más grandes generales de la historia fue Napoleón Bonaparte. Este hombre pequeño se convirtió en el terror de Europa. Francia encontró gloria y esplendor bajo su imperio, pero como todos los dictadores desapareció del escenario. La gloria es efímera, Satanás los usa para sus planes y luego cuando ya no le sirven los echa fuera.
Muchas cosas importantes sucedieron en Francia, además del reinado de este singular hombre de estado. En 1789, después de trece años de la declaración de independencia de Estados Unidos (1776) el pueblo francés puso fin al "derecho divino de los reyes", ejecutaron al rey, uno que pagó el precio del rey anterior, que se creía un dios, pues, como dije este es un mal de todos, creer que son dioses, asumen el trono de Dios como Satanás lo quiso usurpar en el tercer cielo. Nada cambió, pues pusieron fin a un dictador y luego vino el periodo del terror. Porque no importa el hombre que esté al frente o los hombres que gobiernan, el espíritu es el mismo, así que da lo mismo que sea Nabucodonosor, Julio César, Calígula, Herodes, Napoleón, Hitler, Bush, Sadam, el Papa, o cualquier otro religioso que tiene ansias de poder y de gobernar. Eso no importa, pues realmente quien gobierna al mundo es el príncipe de las tinieblas. Este ser gobierna al mundo, pues los seres humanos han puesto su mirada en él, más en esta tierra hay una estrella que alumbra, una Estrella de Belén que rompe las tinieblas, en este mundo está la sal, en este mundo todavía está la iglesia de Cristo, está la puerta abierta, hay una esperanza. En el mundo sólo encontraremos fatiga, los gobiernos jamás podrán traer paz verdadera, no importa si es una dictadura o una democracia, los estilos son los mismos, los líderes actúan de la misma forma. Si escogemos un líder de una democracia moderna y lo colocamos en una nación que no es democrática, este gobernará como un dictador, y si escogemos a un dictador y lo colocamos en una democracia, gobernará de la misma forma, siempre será un dictador, sus estilos serán los mismos porque el espíritu es el mismo.
Hoy podemos ver las mismas injusticias en todo el mundo, no importa el sistema de gobierno que impere. Los pobres siguen siendo pobres, se le roba el sudor a los trabajadores, unos pocos viven en la abundancia, se adueñan de los mejores puestos de la sociedad, son tratados como reyes por las entidades religiosas, la mujer sigue en un segundo plano, la tecnología está secuestrada por esos pocos, no importa si es una democracia, si somos socialistas o capitalistas, si somos social-cristianos o comunistas, eso no importa, eso son etiquetas, esos son cuentos callejeros. El espíritu es el mismo. Son naciones que le han dado la espalda a Dios, que adoran y honran a los líderes religiosos y le niega la adoración al Dios que los representa.
En Francia no murió el derecho divino del rey, en Francia nació otra forma de dictadura, una en que en nombre de la libertad se crearon nuevas formas de gobernar, pero el estilo de los gobernantes sigue siendo el mismo y será el mismo hasta que el último imperio y la última dictadura sea destruída.
Los pobres siguen siendo más pobres, los ricos más ricos, los trabajadores siguen siendo explotados, las naciones poderosas saquean a las más débiles, las naciones poderosa secuestran los avances de la ciencia, se arman hasta los dientes y quieren que las demás naciones sigan con sus armas de flechas y arcos. Es un descaro verlos hablar de libertad y democracia, de socialismo y comunismo cuando realmente son los mismos, con los mismos estilos, los mismos defectos.
Sólo hay un Rey justo que un día reinará sobre la tierra, un sabio, uno humilde, uno que tiene todo el poder del universo pero no lo utiliza para dañar a nadie, un Rey que sabe que el único enemigo real de la humanidad es Satanás y sus huestes infernales. Contra esa nación de demonios es nuestra declaración de guerra, no contra nuestros hermanos en todo el mundo. Somos víctimas del poder de las tinieblas, pero si queremos liberarnos debemos aceptar a Jesús como nuestra única puerta de escape.
¡EL GRAN JEFE INDIO!
Podemos trazar un perfil de los jefes indios, de los gobernantes indíginas, de los reyes y de los caciques indios y compararlos con el perfil de los gobernantes del mundo y son iguales. No existe diferencia marcada entre ellos.
Los gobernantes de América eran iguales a los del resto del planeta. Eran supremos, con poderes absolutos, tenían el poder para decidir quien vivía y quien no lo haría, seleccionaban en muchas parte a seres humanos para el sacrificio y se escondían detrás de sus ideas religiosas para sembrar la muerte,el dolor y el sufrimiento entre sus subordinados.
Eran iguales en actitudes, vestían los mejores trajes, trajes multicolores, adornados con ricas joyas, con coronas de oro, vivían en los mejores palacios y eran los jefes políticos que muchas veces tenían el poder religioso.
Estos gobernantes siempre tenían un grupo de asesores, eran iguales a los nuestros con distintos nombres, pero eran adivinos, brujos, conoceres de los astros, eran los asesores religiosos, en fin, nada era distinto. Les gustaban los festivales, las grandes fiestas, las grandes competencias, les gustaban que las masas los adorarán como si hubieran sido dioses.
No había diferencia alguna entre el rey de España y un rey azteca, maya o inca. Es más estos jefes indios eran mucho más poderosos, pues no le rendían cuenta al pueblo.
Podía en una competinción ordenar la muerte de todo un equipo si perdían un juego, podría ordenar el sacrificio de bellas vírgenes, podían tener las esposas que quisieran, y la mujer en esta sociedad tenía más o menos los mismos privilegios que una mujer en Europoa, Asia o Africa. Casi ninguno.
Eran orgullosos, vanidosos, engreídos, crueles, amaban la guerra. Ciertamente que tenían el mismo espíritu que cualquier otra dictadura. Eran gobiernos en los cuales unos pocos tenían todos los privilegios y la gran mayoría se tenía que conformar con las migajas de pan que sobraban.
Pero de igual forma, ninguno de esos grandes imperios indígenas sobrevivió, todos fueron destruidos, sus dictadores o reyes fueron asesinados en su mayoría, y toda la gloria y la fama quedó en el olvido, fue "humo esfumándose en el cielo".
Hoy sólo quedan las ruinas de aquellas florecienets ciudades que nos cautivan la imaginación, eran muy sabios, conocían de astronomía, eran grandes artistas, alfareros, constructores. No había diferencia entre los mayas, los incas, los aztecas con los egipcios. Las construcciones de los indios de América nada tienen que envidiarle a las contrucciones de las pirámides. Pero todo ese conocimiento se perdió y estos pueblos fueron llevados al suicidio colectivo, a las guerras y a la destrucción. Tal pasó como Egipto, Babilonia, Roma. No hay diferencia: gloria y ruina, apogeo y decadencia, orgullo y humillación, levantamiento y caída.
No hay en la actualidad una nación latinoamericana que pueda compararse con el esplendor de una ciudad inca, maya o aztecas.
