Los Hermanos Habitando Juntos
en Armonía
INTRODUCCIÓN
A. "¡Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!" (Sal. 133:1).
* La armonía que podemos disfrutar en el cuerpo de Cristo es una de las cosas más hermosas y más
satisfactorias de esta vida. Es muy confortante saber que en la iglesia local hay otros
como nosotros cuyo deseo primordial es buscar primeramente a Dios y su reino (Mt. 6:33).
Encontramos paz y bendiciones al saber que hay otros que piensan como nosotros, que tienen
las mismas luchas y que desean contribuir a la edificación de la iglesia local en vez de destruirla.
B. Cuando mi esposa y yo nos casamos, el hno. que predicó dijo que cuando el matrimonio
funciona tal como Dios quiere, experimentaremos una pequeña muestra de cómo es el cielo.
Yo digo lo mismo en cuanto a la armonía entre hermanos. Si las cosas en la iglesia local
marchan tal como Dios ha planeado, la relación que mantenemos con nuestros hermanos en
Cristo es una pequeña muestra de lo que tendremos en el cielo: amor, armonía y paz.
Nuestro deseo primordial será alabar a Dios por toda la eternidad.
I. DAVID USA DOS SÍMBOLOS PARA ILUSTRAR ESTA ARMONÍA
A. "Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la
barba de Aarón y baja hasta el borde de sus vestiduras" (Sal. 133:2).
1. Este versículo se refiere al aceite de la santa unción que Moisés usó para ungir a
Aarón y a sus hijos para que llegaran a ser los sacerdotes de Dios, Éx. 29:7; 30:30.
2. La Biblia de las Américas dice que "Es como el óleo precioso..." Este aceite de la santa
unción era precioso porque Moisés tuvo que hacerlo con las mejores especias, Éx. 30:22-25.
3. Al ser ungido por Dios, Aarón y sus hijos llegaron a ser los hombres por los cuales Dios
derramaría Sus bendiciones sobre los israelitas.
4. Años más tarde, Jesucristo llegaría a ser el único y verdadero Sumo Sacerdote ungido por
Dios. Él es el Mesías (hebreo, ungido) "el Cristo (griego, ungido)" por medio del cual Dios
nos bendice sin límite (Heb. 4:14-16; 7:26,27). Para nosotros, aquella santísima unción del
A.T. simboliza las bendiciones más ricas de Dios, las cuales vienen por medio de Cristo, la
Cabeza, y se extienden a todos los miembros fieles de Su cuerpo, la iglesia.
5. Lo que David quiere decir es que ¡la armonía entre hermanos es como las mejores bendiciones
de Dios!
B. "Cómo el rocío de Hermón, que desciende sobre los montes de Sión; porque allí envía Jehová
bendición, y vida eterna", Sal. 133:3.
1. El monte Hermón se encuentra al noreste de Jerusalén, a una distancia de aproximadamente
200 kilómetros. Las notas al final de la Biblia Thompson dice que es el "Caudillo de las
Montañas", que "mide ocho kilómetros de ancho y treinta y dos de largo [y que] ...tiene tres
picos..." (Biblia Thompson de Referencia, Suplemento Arqueológico, nº 4432).
2. El Sión mencionado en este versículo no es el monte de Sión cerca de Jerusalén sino el Monte
Hermón (Dt. 4:48). Además, no dice "monte de Sión" sino "montes", quizá refiriéndose a los tres
picos que tiene el monte Hermón.
3. En Hermón y a su alrededor rocía con frecuencia. Un hombre llamado Maundrell, quien
acampaba cerca del monte dijo que: "fuimos instruidos suficientemente por experiencia en
lo que significa el salmista [al decir] "el rocío de Hermón", estando mojadas nuestras
tiendas como si hubiera llovido toda la noche."
4. El rocío es algo realmente hermoso. Cae en aire templado; no es acompañado de tormentas
ni de viento, ni de relámpagos. ¿Nunca ha salido usted de casa por la mañana y contemplado
el campo cuando rocía? Da una sensación de paz y tranquilidad. Surte un efecto calmante en
los que lo experimentan.
5. El rocío se compara con la armonía que existe entre hermanos porque viene de Dios, viene
de arriba.
a. Por medio de Su palabra, Dios nos da sabiduría "de lo alto". Cuando obedecemos a esta
sabiduría, surtirá ciertos efectos positivos en nuestra vida, Stg. 3:17. La sabiduría de
Dios hace que seamos apacibles, amables y tiernos hacia nuestros hermanos y no contenciosos,
agresivos y bruscos, como una tormenta con relámpagos.
b. No obstante, para algunos es sabio tratar a otros agresivamente y amenazarlos para conseguir
lo que quieran. Dios dice que esa sabiduría es "terrenal, animal [y] diabólica", Stg. 1:14-16.
(Recuerden esto la próxima vez que algún hermano o hermana promueva la contención en la iglesia
local. No nos engañemos. ¡Aquella "sabiduría" no es de Dios!)
C. En esta lección veremos que si queremos habitar los hermanos juntos en armonía, entonces hay
tres cosas que son absolutamente indispensables.
II. PARA HABITAR LOS HERMANOS JUNTOS EN ARMONÍA ES ESENCIAL...
A. Hacer un ESFUERZO, Ef. 4:3.
* Aunque la armonía es como el rocío de Hermón, no es algo que caiga automáticamente del cielo
cuando uno llega a ser cristiano. Esta armonía requiere un esfuerzo por parte de cada hermano y
hermana.
a. El apóstol Pablo dice que tenemos que ser "solícitos" en guardar la unidad del Espíritu, Ef.
4:3. En uno de los programas de mi ordenador tengo una herramienta de escritura que me busca
sinónimos. Cuando tecleé la palabra "solícito", mi ordenador (computadora) me encontró el sinónimo
"diligente". Cuando tecleé la palabra "diligente" me encontró un montón de sinónimos. Les doy
algunos a continuación: "activo, trabajador, ... laborioso, cuidadoso, esmerado, ... hacendoso, ...
esforzado, ... aplicado, ... estudioso, ... dedicado". Si usamos estas palabras en Ef. 4:3 en vez de
"solícitos", veremos que la unidad depende, en parte, ¡de nosotros!
b. Sin embargo, hay hermanos que quieren armonía en la iglesia local pero se esfuerzan muy poco
para obtenerla. Los tales son contenciosos, se enfadan con cualquier cosa que no les guste,
se ofenden fácilmente, y cuando las cosas no se hacen a su manera, ¡se marchan! Esto no es ser
"solícito" sino perezoso, descuidado y negligente.
B. Tener la ACTITUD apropiada , Ef. 4:2.
1. Es necesario que seamos humildes. La palabra "humildad" (TAPEINOS) "significa primariamente
aquello que es bajo, y que no se levanta mucho de la tierra" (Vine, Diccionario Expositivo De
Palabras Del Nuevo Testamento, Vol. 3, p. 240). La humildad, pues, describe la opinión que uno
tiene de sí mismo. Tal persona "no [tiene] más alto concepto de sí que el que debe tener" (Ro. 12:3).
2. Es necesario que seamos mansos. La mansedumbre (PRAUTES) describe la actitud de uno mismo
hacia Dios y el hombre. "Es aquella disposición de espíritu con la que aceptamos [los] tratos
[de Dios] con nosotros como buenos, y por ello sin discutirlos ni resistirlos" (Vine, p. 369).
a. La mansedumbre se menciona en Gá. 5:23 como una característica del "fruto del Espíritu".
Los cristianos mansos siempre están dispuestos a aceptar la voluntad de Dios y ponerla por
obra en sus vidas diarias sin discutir con Él ni resistirle.
b. Si somos mansos hacia nuestros hermanos, quiere decir que vamos a tratar con ellos con un
espíritu de gentileza. Los que no son mansos en su forma de tratar con los hombres por lo general
son insultantes o "pendencieros" (Tit. 3:2). Un pendenciero describe al que le gusta las contiendas;
le gusta intimidar a los demás con su lengua. Esto es lo opuesto de la mansedumbre.
3. Es necesario que nos vistamos de amor, Col. 3:14. La palabra "vínculo" en este texto quiere
decir "ligamento" (Lacueva, Nuevo Testamento Interlineal Griego-Español, p. 797). El amor verdadero
es el "lazo" (La Biblia de las Américas, nota del margen) que une a todos los miembros de la iglesia
local. Si cada miembro pusiera por obra 1 Co. 13:4-7 en su vida, habría mucho más armonía en la
iglesia local.
C. Tener la DOCTRINA apropiada, Ef. 4:3-6.
1. Hay muchos religiosos que hacen un esfuerzo muy grande para estar unidos con los otros miembros
de su iglesia y que también son humildes y mansos hacia ellos. Sin embargo, otra faceta muy
importante de la mansedumbre tiene que ver con nuestra actitud hacia Dios. El cristiano manso
no acepta ni más ni menos que la voluntad de Dios en su vida diaria. Esto quiere decir que para
tener la armonía entre hermanos también es necesario estar unidos en la misma voluntad de Dios.
2. Para referirse a la necesidad de estar unidos en la misma doctrina, el apóstol Pablo dice que
tenemos que ser "solícitos en guardar la unidad del Espíritu", Ef. 4:3. No es suficiente guardar
cualquier clase de unidad sino la que pertenece al Espíritu Santo. Las características de esta
unidad se mencionan a continuación en los vv. 4-6. Solamente podemos tener armonía (concordia,
acuerdo, solidaridad, convenio, unión, hermandad, etc.) con los que creen y ponen en práctica
estas características.
* Por muy armoniosa que sea su relación con los miembros de su iglesia, esa armonía no le
beneficiará en el día final si no se basa en las características de la unidad del Espíritu. Una de
las características es "una (sola) fe" (Lacueva, p. 766). En otras palabras, hay solamente UN
evangelio, Gá. 1:8,9. Los que aceptan otro evangelio, aunque tengan armonía en su iglesia,
tienen sobre ellos la maldición de Dios, 2 Jn. 9. La armonía con nuestros hermanos es importante,
pero no podemos tenerla a costa de nuestra armonía con Dios.
CONCLUSIÓN
* Esforcémonos mucho para que podamos estar "como una piña", gozándonos juntamente del suave
rocío de la armonía de Dios, donde no hay relámpagos, ni vientos, ni tormentas.